Escritor de brújula o de mapa, ¿quién eres?

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¿Has oído hablar de los escritores de brújula y los escritores de mapa? - piopíalo     Tanto si estás familiarizado con estas expresiones como si no, ya supondrás que con este artículo no pretendo que tomes la mochila y que nos vayamos al monte. Por el contrario, me gustaría reflexionar contigo sobre tu proceso creativo de una obra literaria.

Para comenzar esta reflexión te propongo que leas estas siete afirmaciones y anotes con cuales te sientes más identificado. Me encantará conocer tus respuestas, así que anímate y escríbelas como comentario a este post.

  1. En cuanto tienes una idea sobre la que quieres escribir, la anotas para recordarla y pensar sobre ella durante los próximos días (semanas o meses). En ese tiempo, organizarás en esquemas, resúmenes o fichas las nuevas ideas que te vayan surgiendo derivadas de esa primera. Después, comienzas a escribir tu novela o relato.
  2. En cuanto tienes un chispazo de inspiración, corres a escribir la historia para que no se te olvide. La escribes del tirón y no es necesario ni un repaso (ni siquiera cambias una coma): de este modo tu obra es totalmente fresca.
  3. Al igual que en el caso anterior, corres a escribir tu novela o relato en cuanto te visita la musa. Ello te lleva a adentrarte en un proceso de varias semanas o meses en el que irás avanzando y descubriendo tu historia.
  4. Antes de sentarte a escribir tu novela o relato tienes una idea bastante ajustada de cómo quieres que sea el final de la misma.
  5. Comienzas a escribir tu historia sin tener ni idea de cómo terminará.
  6. Aunque eres flexible en cuanto a tus personajes y tramas, sabes bastante bien cómo quieres que sean antes de iniciar la escritura.
  7. Al empezar a escribir, sólo sabes el nombre, la edad y algún rasgo físico o de carácter de tus personajes. Cómo enfrentarán los obstáculos de la trama (y cuáles serán éstos) es algo que descubres a medida que vas escribiendo.

Aunque en algún momento hayas participado de todas estas afirmaciones, lo más seguro es que te reconozcas más en unas que en otras. Si te sientes más identificado con los enunciados 1, 4 y 6, eres un escritor de mapa. Si, por el contrario, tu manera de crear se ajusta más a las oraciones 3, 5 y 7, eres un escritor de brújula. Para las personas que escriben según la afirmación 2, tengo que decir que o han tenido un momento de genialidad (oye, que todos tenemos derecho a tenerlo) o bien han tenido un momento de inconsciencia (algo a lo que también tenemos derecho).

El escritor de brújula

El escritor de brújula es el autor que inicia la escritura de su novela o relato sin apenas preparar o reflexionar sobre su idea inicial - piopíalo    . Ha tenido un chispazo de inspiración y lo toma como el punto de partida para su obra. Aunque sabe dónde inicia el viaje, no tiene claro cuál será su destino ni cómo resolverá los obstáculos que puede encontrar en su trayectoria.

Su idea le guía como si fuera una brújula, pero no le indica dónde debe hacer sus paradas para repostar o qué parte del camino es más dificultosa. Por el contrario, prefiere decidir dónde detenerse a medida que marcha y descubrir las sendas secundarias durante la escritura. Cuando se pierde, vuelve a su chispazo de inspiración (su brújula) para orientarse de nuevo.

En otras palabras, es el autor que, tras recibir la visita de la musa, se sienta a escribir sin tener clara la trama o los personajes (aunque sí puede tener una idea aproximada de qué es lo que ocurrirá).

El escritor de mapa

El escritor de mapa es el autor que antes de iniciar la redacción de su novela o relato ha realizado un trabajo previo de construcción de trama y personajes, e incluso de planificación del proceso creativo de su obra. - piopíalo    

Sabe desde dónde parte la historia y hacia dónde va, ya que ese trabajo previo (materializado en esquemas, fichas, resúmenes o pruebas de escritura) le servirá como un mapa a lo largo del tiempo de redacción de su libro. En ese mapa ha marcado los detalles de los protagonistas, cómo será el final y las diferentes subtramas, cuál será la voz (o voces) del narrador que utilizará para contar la historia, e incluso ha realizado algunos borradores (por ejemplo, del primer capítulo) antes de iniciar la escritura.

Por cierto, esta denominación de autores de brújula y de mapa se la debemos a Javier Marías, quien se consideraba un autor de brújula. Tomo sus palabras reproducidas en un artículo publicado en ABC de Sevilla en noviembre de 2004. Según este artículo, Javier Marías dijo: “La mayoría de los escritores escriben con un mapa: quiere decir que tienen en su cabeza casi toda la historia completa cuando empiezan a escribirla y los ríos, desfiladeros o bestias inmundas con los que se van cruzando ya los tienen en su mente antes de escribir (…) Yo, sin embargo, no escribo con mapa sino con brújula que no quiere decir que lo haga a ciegas sino tal vez sólo a tientas, de tal manera que los ríos, desfiladeros, o bestias inmundas los voy descubriendo también yo mientras avanzo en la historia”.

Ventajas e inconvenientes de ser un escritor de mapa o de brújula

Una vez que ha quedado claro cuáles son las características de estas maneras de afrontar la escritura de una obra literaria, me gustaría hacer una comparación de los pros y los contras de cada una.

Ventajas de escribir con brújula:

  1. No aplazas el momento de sentarte a escribir. Aprovechas la emoción que desencadena ese chispazo de inspiración para ponerte “manos a la obra” y no dejas la idea guaradada en un cajón.
  2. No corres el peligro de “quemar” la idea por retocarla demasiado antes de escribir la historia, por lo que puedes obtener un texto muy fresco.
  3. Es emocionante y divertido descubrir cómo son tus personajes y cómo se va dibujando la trama a medida en que vas escribiendo.

Inconvenientes de escribir con brújula:

  1. Puedes no aprovechar bien el torrente de creatividad inicial. Escribir es un acto que requiere que estés concentrado en una o dos ideas para poder expresarlas de manera atractiva para el lector. Por esta razón, si te sientas a redactar inmediatamente esa primera idea que has tenido, es posible que estés desaprovechando otras que pueden aparecer en esos primeros momentos del impulso creativo, ya que tu “foco” lo tienes en escribir la que has tenido antes y no en atender las demás.
  2. Puedes sufrir un bloqueo a mitad del proceso creativo con más facilidad (es decir, que te quedes en un punto en que no sepas “por dónde tirar”), precisamente por falta de reflexión sobre la idea.
  3. Fruto de ese bloqueo puede ocurrir que pases varias jornadas sentado delante de la hoja en blanco sin escribir una línea, desaprovechando tu tiempo.
  4. Puede haber incoherencias en tu obra y que no te percates de ellas hasta que la repasas una vez terminada.
  5. Si en ese repaso percibes que tienes que volver a redactar un buen fragmento de tu novela, puede que te desanimes y comiences a aplazar el momento de sentarte a escribir. Por ello puede que se retrase mucho el ver finalizada tu obra (o que ese momento no llegue nunca).

Ventajas de escribir con mapa

  1. Aprovechas el torrente de ideas fruto del impulso creativo inicial al 100%. Al no sentarte a redactar tu obra enseguida, te das tiempo para anotar todas las ideas que tu musa va susurrándote al oído. Además, valoras con detenimiento si merece la pena incluirlas en tu novela o relato, y también la mejor manera de hacerlo.
  2. Cuando te sientas a escribir sabes qué es lo que vas a redactar en esa jornada de trabajo. En otras palabras, mantienes tu foco de concentración y aprovechas mejor tu tiempo.
  3. Es más difícil que sufras un bloqueo creativo a la mitad de la escritura de tu obra porque ya has atado los cabos de tu historia con anterioridad.
  4. Por esa misma razón, también es más difícil que tu obra tenga incoherencias internas o, en caso de tenerlas, las verás enseguida.
  5. Antes de sentarte a escribir, te darás cuenta de los puntos débiles de tu historia o de la construcción de tus personajes, pudiendo pensar alternativas y escoger la mejor opción para tu novela o relato.
  6. Tener un mapa te dará seguridad en que estás escribiendo la mejor versión de tu historia.

Inconvenientes de escribir con mapa

  1. Puede que te dé pereza el hacer todo ese trabajo previo antes de sentarte a escribir (la idea te “quema” por dentro y quieres escribirla “ya”).
  2. Puede que te canses de llevar a cabo demasiados pasos antes de redactar tu obra.
  3. Puede que no disfrutes tanto de la emoción inicial de sentarte a escribir y descubrir tu historia y personajes (al contrario que si escribes con brújula).

¿Con qué método me quedo?

Como ves, la manera de afrontar el proceso creativo por parte del escritor de brújula es muy diferente a como lo hace el escritor de mapa - piopíalo    . Esto no significa que haya un método “mejor” que otro, sino tenemos que encontrar el método con el que nos sintamos más cómodos y se ajuste más tanto a nuestra personalidad como a nuestra experiencia como escritores.

A mi modo de ver, este último elemento (nuestra experiencia como escritores) es importante tenerlo en cuenta. Asesorar a autores noveles (y también mi propio desarrollo como escritora) me ha demostrado que solemos enfrentarnos a los primeros textos siendo escritores de brújula. El motivo es que esa idea nos agita tanto por dentro que deseamos verterla sobre el papel lo antes posible. No tenemos muy claro qué hacer con ella, pero estamos ansiosos por contar la historia que late en el interior de la idea.

Sin embargo, con frecuencia a mitad de la escritura de la obra nos damos cuenta de que la historia quedaría mejor con un mayor protagonistmo del personaje X o contada desde otra perspectiva. Entonces se nos hace muy cuesta arriba deshacernos de parte o la totalidad de las páginas escritas, aunque sabemos que la historia brillaría más si la volvieramos a escribir con la nueva idea.

A medida que vamos tomando conciencia de que el chispazo creativo del principio se puede quedar en una chispita porque no lo hemos alimentado bien (en otras palabras, porque nos hemos sentado a escribir sin reflexionar lo suficiente), nos preguntamos si no sería mejor ser escritor de mapa. En ese punto comenzamos a crear nuestros esquemas y pruebas de escritura y, por lo general, vemos que trabajamos con más comodidad, sintiendo menos bloqueos y aprovechando mejor nuestro tiempo. Por cierto, en mi artículo “Cómo acabar de una vez por todas con tu libro” tienes unas plantillas descargables que pueden ayudarte a preparar el proceso creativo de tu novela.

Cuando el escritor ya tiene cierta experiencia no es necesario realizar un mapa tan prolijo en detalles como en el caso anterior. Es entonces cuando el autor experimentado puede decantarse por ser un escritor de brújula, ya que su experiencia e instinto como escritor le ayudarán a no tener que realizar algunos de esos esquemas o trabajos previos. No obstante, incluso en ese caso, el escritor suele tener cierta idea de dónde se dirige antes de iniciar su viaje. Recuerda las palabras de Javier Marías: “no va a ciegas, sino a tientas”.

Y tú, ¿eres un escritor de brújula o de mapa? Cuéntame, cuéntame…

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13 respuestas a «Escritor de brújula o de mapa, ¿quién eres?»

  1. Me encanta el artículo, Ruth! Gracias. Definitivamente tengo una brújula en la inspiración. Sin remedio. Muy interesante.

  2. Excelente, y razonado artículo, del que destaco su objetividad. Cada uno es como es y afronta sus escritos según su personalidad. Desconocía que fue Javier Marías quien puso nombre a estas dos maneras de afrontar la narrativa. Y ahora entiendo la razón de sus novelas… Perdona la maldad. Bueno, en mi humilde caso creo soy uno u otro dependiendo de si escribo un micro o un relato. Un buen micro aparece como un flechazo. O nace completo o es complicado que pensándolo aparezca. En los relatos parto de una situación y un final. Solo en ese momento me pongo a escribir. Si no sé cómo va a acabar, ni la situación que quiero expresar soy incapaz de comenzar nada. Escribir la primera línea sin saber cómo terminarlo suele acabar en archivos doc guardados en una carpeta de las catacumbas del pc. En cuanto a novela, es algo que estoy descubriendo ahora. Tengo dos proyectos. En el primero quise hacer un exhaustivo trabajo previo de fichas de personajes, una trama con escenas… Me resultó imposible. En mi cabeza tengo una idea general, pero solo consigo desarrollarla viendo la acción y los personajes. Solo escribiendo veo por dónde van los tiros. En abstracto no puedo visualizar escenas, o predecir dónde aparece cada personaje o cuando toca acción. De momento compagino mapa y brújula. Escritura y reflexión. Pero solo escribiendo veo que la historia avanza, esperando a que cuando el primer borrador se termine y haya algo que corregir, sea el momento de ajustar las tuercas y perfilar. ¡Saludos!

    1. Gracias a ti, David, por tomarte tu tiempo de leer y comentar el artículo. Por lo que me cuentas, veo que has reflexionado mucho sobre tu proceso creativo y que has probado varias cosas (mapa, brújula, ambos a la vez…) Estupendo, sólo así podrás encontrar cuál es tu camino como escritor. Coincido también contigo en lo que dices de que si no sabes el final, la idea acaba en las catacumbas del PC (me ha encantado esa imagen…) Un abrazo y de nuevo gracias.

  3. ¡Hola!
    Interesante, muy interesante tu artículo, yo también desconocía que fuera Javier Marías el autor de esta expresión.
    Yo, creo, soy una escritora de brújula, voy tras la idea y, confieso, me falta planificación.

    Muchas gracias por tu artículo

    1. ¡Hola Maite! ¿Has probado el mapa alguna vez? Ser escritora de brújula es estupendo, pero puede ser interesante probar y así podrás ver cómo te encuentras en una situación y en otra. Gracias por leer y comentar el blog.

  4. Gracias por el artículo. Lo voy a leer con detenimiento, por que de seguro contiene ideas para encontrar el proceso que estoy buscando para lograr una obra. Me pareciera que estoy actuando como uno de brújula pero la gracia es que luego me encuentro con un texto que pareciera un rompecabezas con piezas sobrantes y faltantes, complicadísimo. Y si, pareciera que lo más racional es tener un mapa.

  5. Estimada Ruth! Admirable artículo que volveré a leer una y otra vez para situarme pues acabo de aterrizar en este mundo. De momento preparo mi “mochila” intentando hacer el inventario de herramientas necesarias. A priori el mapa me parece el más adecuado para mi proyecto en estado embrionario. Ya iremos viendo paso a paso y sobre todo iremos siguiendo los consejos tuyos y de todos los usuarios de este blog. Nos seguimos. Saludos

    1. Muchas gracias Christine. Estoy segura de que meterás todo lo necesario en esa mochila y tu mapa indicará los mejores lugares de parada. Un abrazo.

  6. Gracias por el post. A mí se me abrió el cielo cuando descubrí que podía planificar mis relatos y que eso me facilitaba fluir. Empecé dibujando los relatos, literalmente, en un mapa de ideas, con flechas, como si se tratara de un cuadro en clave que lo explicara todo. Y luego traducía el esquema a oraciones y párrafos. Me he atrevido a embarcarme en una novela porque sé que puedo hacer la planificación. Hago escaletas y de las escenas sigo haciendo mapas de ideas dibujados en cuando siento que me pierdo. Por el momento para mí es imprescindible tener registrado todo, no solo lo que atañe a la trama, si no también al peso del conjunto, dónde compensar, cómo equilibrar… etc. Vaya una chapa os estoy dando. (eso pasa por pedir que comentemos, Ruth!)

  7. Me parece un artículo muy interesante. antes no sabía que existían esos dos tipos de escritores, apenas estoy empezando a escribir. Muchas gracias, ahora ya sé que soy del tipo brújula 🙂

  8. me encanto, siento que soy muy brújula, aunque muchas veces solo escribo algunas lineas de la idea, le doy vueltas en la cabeza, la avanzo y entonces escribo y claro encuentro esos bloqueos que dices. Intento ser un poco mas mapa pero algo en mi aún no me deja.

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