Excelente, y razonado artículo, del que destaco su objetividad. Cada uno es como es y afronta sus escritos según su personalidad. Desconocía que fue Javier Marías quien puso nombre a estas dos maneras de afrontar la narrativa. Y ahora entiendo la razón de sus novelas… Perdona la maldad. Bueno, en mi humilde caso creo soy uno u otro dependiendo de si escribo un micro o un relato. Un buen micro aparece como un flechazo. O nace completo o es complicado que pensándolo aparezca. En los relatos parto de una situación y un final. Solo en ese momento me pongo a escribir. Si no sé cómo va a acabar, ni la situación que quiero expresar soy incapaz de comenzar nada. Escribir la primera línea sin saber cómo terminarlo suele acabar en archivos doc guardados en una carpeta de las catacumbas del pc. En cuanto a novela, es algo que estoy descubriendo ahora. Tengo dos proyectos. En el primero quise hacer un exhaustivo trabajo previo de fichas de personajes, una trama con escenas… Me resultó imposible. En mi cabeza tengo una idea general, pero solo consigo desarrollarla viendo la acción y los personajes. Solo escribiendo veo por dónde van los tiros. En abstracto no puedo visualizar escenas, o predecir dónde aparece cada personaje o cuando toca acción. De momento compagino mapa y brújula. Escritura y reflexión. Pero solo escribiendo veo que la historia avanza, esperando a que cuando el primer borrador se termine y haya algo que corregir, sea el momento de ajustar las tuercas y perfilar. ¡Saludos!
Gracias a ti, David, por tomarte tu tiempo de leer y comentar el artículo. Por lo que me cuentas, veo que has reflexionado mucho sobre tu proceso creativo y que has probado varias cosas (mapa, brújula, ambos a la vez…) Estupendo, sólo así podrás encontrar cuál es tu camino como escritor. Coincido también contigo en lo que dices de que si no sabes el final, la idea acaba en las catacumbas del PC (me ha encantado esa imagen…) Un abrazo y de nuevo gracias.
¡Hola!
Interesante, muy interesante tu artículo, yo también desconocía que fuera Javier Marías el autor de esta expresión.
Yo, creo, soy una escritora de brújula, voy tras la idea y, confieso, me falta planificación.
¡Hola Maite! ¿Has probado el mapa alguna vez? Ser escritora de brújula es estupendo, pero puede ser interesante probar y así podrás ver cómo te encuentras en una situación y en otra. Gracias por leer y comentar el blog.
Gracias por el artículo. Lo voy a leer con detenimiento, por que de seguro contiene ideas para encontrar el proceso que estoy buscando para lograr una obra. Me pareciera que estoy actuando como uno de brújula pero la gracia es que luego me encuentro con un texto que pareciera un rompecabezas con piezas sobrantes y faltantes, complicadísimo. Y si, pareciera que lo más racional es tener un mapa.
Estimada Ruth! Admirable artículo que volveré a leer una y otra vez para situarme pues acabo de aterrizar en este mundo. De momento preparo mi “mochila” intentando hacer el inventario de herramientas necesarias. A priori el mapa me parece el más adecuado para mi proyecto en estado embrionario. Ya iremos viendo paso a paso y sobre todo iremos siguiendo los consejos tuyos y de todos los usuarios de este blog. Nos seguimos. Saludos
Gracias por el post. A mí se me abrió el cielo cuando descubrí que podía planificar mis relatos y que eso me facilitaba fluir. Empecé dibujando los relatos, literalmente, en un mapa de ideas, con flechas, como si se tratara de un cuadro en clave que lo explicara todo. Y luego traducía el esquema a oraciones y párrafos. Me he atrevido a embarcarme en una novela porque sé que puedo hacer la planificación. Hago escaletas y de las escenas sigo haciendo mapas de ideas dibujados en cuando siento que me pierdo. Por el momento para mí es imprescindible tener registrado todo, no solo lo que atañe a la trama, si no también al peso del conjunto, dónde compensar, cómo equilibrar… etc. Vaya una chapa os estoy dando. (eso pasa por pedir que comentemos, Ruth!)
Me parece un artículo muy interesante. antes no sabía que existían esos dos tipos de escritores, apenas estoy empezando a escribir. Muchas gracias, ahora ya sé que soy del tipo brújula 🙂
me encanto, siento que soy muy brújula, aunque muchas veces solo escribo algunas lineas de la idea, le doy vueltas en la cabeza, la avanzo y entonces escribo y claro encuentro esos bloqueos que dices. Intento ser un poco mas mapa pero algo en mi aún no me deja.
Me encanta el artículo, Ruth! Gracias. Definitivamente tengo una brújula en la inspiración. Sin remedio. Muy interesante.
Mil gracias a ti, Marga. ¡Nos vemos! Un abrazo
Excelente, y razonado artículo, del que destaco su objetividad. Cada uno es como es y afronta sus escritos según su personalidad. Desconocía que fue Javier Marías quien puso nombre a estas dos maneras de afrontar la narrativa. Y ahora entiendo la razón de sus novelas… Perdona la maldad. Bueno, en mi humilde caso creo soy uno u otro dependiendo de si escribo un micro o un relato. Un buen micro aparece como un flechazo. O nace completo o es complicado que pensándolo aparezca. En los relatos parto de una situación y un final. Solo en ese momento me pongo a escribir. Si no sé cómo va a acabar, ni la situación que quiero expresar soy incapaz de comenzar nada. Escribir la primera línea sin saber cómo terminarlo suele acabar en archivos doc guardados en una carpeta de las catacumbas del pc. En cuanto a novela, es algo que estoy descubriendo ahora. Tengo dos proyectos. En el primero quise hacer un exhaustivo trabajo previo de fichas de personajes, una trama con escenas… Me resultó imposible. En mi cabeza tengo una idea general, pero solo consigo desarrollarla viendo la acción y los personajes. Solo escribiendo veo por dónde van los tiros. En abstracto no puedo visualizar escenas, o predecir dónde aparece cada personaje o cuando toca acción. De momento compagino mapa y brújula. Escritura y reflexión. Pero solo escribiendo veo que la historia avanza, esperando a que cuando el primer borrador se termine y haya algo que corregir, sea el momento de ajustar las tuercas y perfilar. ¡Saludos!
Gracias a ti, David, por tomarte tu tiempo de leer y comentar el artículo. Por lo que me cuentas, veo que has reflexionado mucho sobre tu proceso creativo y que has probado varias cosas (mapa, brújula, ambos a la vez…) Estupendo, sólo así podrás encontrar cuál es tu camino como escritor. Coincido también contigo en lo que dices de que si no sabes el final, la idea acaba en las catacumbas del PC (me ha encantado esa imagen…) Un abrazo y de nuevo gracias.
¡Hola!
Interesante, muy interesante tu artículo, yo también desconocía que fuera Javier Marías el autor de esta expresión.
Yo, creo, soy una escritora de brújula, voy tras la idea y, confieso, me falta planificación.
Muchas gracias por tu artículo
¡Hola Maite! ¿Has probado el mapa alguna vez? Ser escritora de brújula es estupendo, pero puede ser interesante probar y así podrás ver cómo te encuentras en una situación y en otra. Gracias por leer y comentar el blog.
Gracias por el artículo. Lo voy a leer con detenimiento, por que de seguro contiene ideas para encontrar el proceso que estoy buscando para lograr una obra. Me pareciera que estoy actuando como uno de brújula pero la gracia es que luego me encuentro con un texto que pareciera un rompecabezas con piezas sobrantes y faltantes, complicadísimo. Y si, pareciera que lo más racional es tener un mapa.
¡Buena suerte, Gregorio! Escojas mapa o brújula, estoy segura de que no perderás tu norte literario 😉
Estimada Ruth! Admirable artículo que volveré a leer una y otra vez para situarme pues acabo de aterrizar en este mundo. De momento preparo mi “mochila” intentando hacer el inventario de herramientas necesarias. A priori el mapa me parece el más adecuado para mi proyecto en estado embrionario. Ya iremos viendo paso a paso y sobre todo iremos siguiendo los consejos tuyos y de todos los usuarios de este blog. Nos seguimos. Saludos
Muchas gracias Christine. Estoy segura de que meterás todo lo necesario en esa mochila y tu mapa indicará los mejores lugares de parada. Un abrazo.
Gracias por el post. A mí se me abrió el cielo cuando descubrí que podía planificar mis relatos y que eso me facilitaba fluir. Empecé dibujando los relatos, literalmente, en un mapa de ideas, con flechas, como si se tratara de un cuadro en clave que lo explicara todo. Y luego traducía el esquema a oraciones y párrafos. Me he atrevido a embarcarme en una novela porque sé que puedo hacer la planificación. Hago escaletas y de las escenas sigo haciendo mapas de ideas dibujados en cuando siento que me pierdo. Por el momento para mí es imprescindible tener registrado todo, no solo lo que atañe a la trama, si no también al peso del conjunto, dónde compensar, cómo equilibrar… etc. Vaya una chapa os estoy dando. (eso pasa por pedir que comentemos, Ruth!)
Me parece un artículo muy interesante. antes no sabía que existían esos dos tipos de escritores, apenas estoy empezando a escribir. Muchas gracias, ahora ya sé que soy del tipo brújula 🙂
me encanto, siento que soy muy brújula, aunque muchas veces solo escribo algunas lineas de la idea, le doy vueltas en la cabeza, la avanzo y entonces escribo y claro encuentro esos bloqueos que dices. Intento ser un poco mas mapa pero algo en mi aún no me deja.