Hace algunos años quise aventurarme en el terreno de la dramaturgia. Me inscribí en un curso impartido por un excelente escritor de obras teatrales, a quien admiraba y aún sigo admirando. Desde el primer día de clase el profesor nos dejó clara su línea de trabajo, la cual puede resumirse en la siguiente frase: “lee mucho y buen teatro, y escribirás mucho y buen teatro”.
Como estudiante aplicada no solo escuché con atención sus clases, sino que también leí cada obra dramática que caía en mis manos. Al cabo de varios meses de profusa lectura y atención a sus sesiones magistrales, me senté delante del ordenador con la intención de escribir mi primera obra teatral. Sabía cuál iba a ser la trama de mi obra y cómo quería que fueran los personajes. Había tomado las clases con interés y había leído “mucho y buen teatro”, por lo que esperaba que, al posar mis manos sobre el teclado, mis dedos comenzarían a redactar con fluidez y acierto esas ideas que tenía en la cabeza. Nada más lejos de la realidad: entre la pantalla del ordenador y yo había un muro que solo con lecturas no podía derribar.
Es posible que tú, que te estás adentrando en el mundo de la escritura, también hayas escuchado que el mejor método de aprendizaje para un escritor es la lectura. Sin embargo, únicamente la lectura no es del todo efectiva para que nuestras palabras fluyan cuando estamos delante de la hoja en blanco. Al igual que cuando éramos bebés no aprendimos a andar con la sola observación de los adultos, la escritura requiere lanzarse sin miedo a dar los primeros pasos, caernos y volver a ponernos de pie. O en otras palabras, además de leer “mucho y bueno” necesitamos escribir mucho y… equivocarnos a menudo (excepto algún talento que estoy segura de que existe, pero entre los que, por desgracia, no me encuentro).
Sin embargo, esto no significa que cada día creemos un nuevo relato o poema, o que tengamos a diario una idea original para nuestra novela. Es posible establecer una diferencia entre la “práctica” de la escritura (nuestra habilidad para hacer que las palabras fluyan) y la “creatividad” de nuestra obra (tanto en el fondo como en la forma: historias, personajes, originalidad a la hora de utilizar recursos literarios, etc.) Para mejorar nuestra “práctica”, no es imprescindible que las musas nos inspiren a cada instante. Podemos, por ejemplo, escribir lo que nos ha ocurrido durante el día, poner sobre el papel nuestras reflexiones y pensamientos. Es decir, podemos escribir un diario personal.Escribir un diario personal como “entrenamiento” cuenta con varias ventajas. Como te decía, no es imprescindible ser siempre creativos, ya que el contenido de lo que escribamos será nuestra vida y reflexiones. Por otro lado, escribimos para nosotros mismos, por lo que no tendremos la presión de interesar a un futuro lector y de hacer que nuestra escritura le sea actractiva. Además, no estamos sujetos a reglas ni demandas editoriales, ni tenemos porqué seguir una estructura narrativa, etc.
En definitiva: escribiendo un diario nos ejercitamos en transformar nuestros pensamientos en palabras.
Sin embargo, el diario personal no es solo un provechoso ejercicio de redacción. Además puede sernos útil cuando estamos en medio de la redacción de una obra literaria. Sobre este tema ya te hablé en el artículo El diario como recurso para el escritor: 4 ideas para aprovecharlo a tope. Gracias a nuestro diario no olvidaremos situaciones o sentimientos vividos que nos pueden servir de inspiración para la obra que nos traemos entre manos. Quizás podrás seleccionar alguna de esas notas de tu diario para, por ejemplo, dar mayor verosimilitud a una situación que estás narrando en un cuento o expresar con más precisión cómo se siente el personaje sobre el que estás trabajando.
Ahora tengo que despedirme. Mi diario me espera.
Y tú, ¿escribes o has escrito un diario? ¿Te resulta útil como escritor? Cuéntame, cuéntame…
Tienes mucha razón. Leer te adentra en un increíble mundo de aventuras pero también debes intentar crear el tuyo propio. Y como seres humanos que somos está en nuestra naturaleza el equivocarnos, mirar al frente, y aprender de los errores.
Y considero que un diario es realmente útil; lo sé por propia experiencia.
Gracias por compartirlo. Suerte en todo! 😉
Genial. Y completamente de acuerdo.
Te cuento mi experiencia de anoche: resulta que llevo unos días con una idea girando en la cabeza para un argumento. Un reto, puesto que quiero presentarme a un concurso literario cuya convocatoria termina en breve, y cuyo máximo en palabras por relato es de 6.000. Para mí, que soy de extenderme, se me plantea dicho reto. Así que con esa idea en la cabeza me puse delante del pc el otro día, incapaz de vencer a la hoja en blanco. Por ello, anoche, ya comenzando a desesperarme, decidí recurrir a mi cuaderno privado, mi diario o bloc de notas, no sé como llamarlo exactamente. Muchas veces lo que hago es simplemente exponer las ideas que tengo para el relato, y a menudo con ello logro ordenarlas, añadir nuevas ideas, encontrar algunos "por qués". Bueno, lo de anoche fue increible. Escribí como 6 páginas de mi cuaderno, y de ahí, tomadas varias decisiones en cuanto al argumento, me lancé a escribir, y esa hoja en blanco desapareció. Llené 2 de golpe!!
Vamos a ver qué tal queda el relato, pero lo importante es valorar el sabio consejo: un cuaderno o diario te ayuda a organizarte las ideas, a hablar contigo mism@ de forma pausada sobre una idea, a mejorarla, a hacerte preguntas y a responderlas.
Seguid el consejo de Verbalina!!!
Saludos a tod@s,
XJPeake.
Es cierto que la página en blanco impone, no cabe duda. Un diario podría, efectivamente, servir de mero "ejercicio práctico" de redacción. Pero nada más. Antes de eso, existen otro tipo de "ejercicios" que uno mismo se puede poner sin recurrir a esa fatigosa tarea, como dice Alberto. Uno puede exigirse, igual que lo haría con un diario, con ejercicios de punto de vista, de juegos de palabras, de situaciones, de tiempos, de formas, de colores, sabores y percepciones… Resultan, bajo esta humilde opinión, más alegres, más entretenidos y más gratificantes.
No obstante, es un buen artículo a tener en cuenta. Gracias por eso.
Un abrazo.
Estoy totalmente de acuerdo en todo lo que apuntas, a mí el tema del diario personal siempre me ha resultado más bien fatigoso, lo he intentado varias veces pero nunca he sido capaz de mantenerme constante y lo cierto es que cuando alguna vez tropiezo con las pocas páginas que escribí en su momento, me arrepiento de no haber continuado.
Volveré a intentarlo. Gracias por el artículo.
Un saludo.
Interesante articulo,muy educativo e informativo. Intentaré seguir el consejo. Buenas lecturas y buenos intentos de escritura. Gracias!
Ummmm… nunca me había parado a pensarlo. A lo largo de mi vida he escrito algún que otro diario para, simplemente, ordenar mis ideas y sentimientos. Supongo que, tras años de silencio, ha llegado la otra de iniciar otro.
Otro momento de mi vida, otras experiencias, otra madurez en mi forma de escribir… ¡interesante!
Sigo vuestro blog y no puedo más que agradeceros enoooooormemente vuestros consejos, siempre útiles para los que adoramos esto que llaman escribir.
Un saludo
ANUCA
http://tejiendoideas-cosiendopalabras.blogspot.com.es/
Tiene sentido. Toda práctica ayuda. Después de todo aunque tengamos una buena idea, hace falta saber comunicarla. Aunque nunca me ha dado por ver mi registro de actividades (diario no es XD) como una práctica, la verdad es que poner en papel las situaciones y emociones propias tiene sus exigencias también.
¡Hola Awonaki! Ay, cómo entiendo lo que dices… a mí también me pasa que cuando me llega una idea a veces no tengo dónde anotarla (aunque siempre llevo en el bolso una libreta). Pero también tengo la "disciplina" de sentarme delante del ordenador un tiempo de trabajo y, tras hacer el esfuerzo de recordar, normalmente me vuelven a surgir 🙂
Me alegra que la idea del diario personal te sea de utilidad y te sirva para tus novelas. ¿Sobre qué temas te gusta escribir?
Un gusto saludarte 🙂
Escribano, gracias por tus comentarios. ¡Qué casualidad que hayas comenzado un diario hace año y medio! Ya le han "salido los dientes" y ha "echado a andar" 🙂
Por cierto, me he tomado la libertad de pasarme por tu blog "con un amanecer". ¡Es muy interesante! Esta tarde, con tu permiso, haré un twit con uno de tus artículos (me ha parecido muy curioso el de las anécdotas literarias).
Encantada de conocerte y ¡buena literatura! 🙂
¡Hola Sarah! Me alegra que te pases por mi blog (yo consulto el tuyo siempre, siempre… me encantan tus artículos sobre las novedades literarias).
¡Qué bien que puedes escribir casi "del tirón"! Eres una creativa espontánea 🙂
Gracias por tus comentarios. ¡Nos segimos leyendo!
Tiene mucha razón en cuanto a lo del diario personal. Llevo varios meses escribiendo un diario personas y debo decir que me ha ayudado bastante a la hora de escribir mis novelas, aunque muchas veces las ideas me llegan en el momento menos esperado, inclusive las palabras. Sin embargo, siempre tengo la mala fortuna de no tener mi ordenador a la mano. Por lo regular me sucede en la escuela, en el camión o cuando voy caminando en la calle.
Debo admitir que a veces soy inconstante, por la misma razón que no sale mi ordenador, dirá que no hay excusa que valga si existe el lápiz y el papel, pero soy muy lenta y cuando apenas escribo "Hola" todo se me esfumó.
Pero siempre habrá momento para poder continuar y no dejar de lado esta manifestación artística, que en mi caso, me he identificado como en ninguna otra.
Saludos
Como dijo Sarah, es una idea bastante interesante, a la vez que original y que puede ayudarnos, además de en nuestra escritura, en nuestra vida. Como un baúl de recuerdos, de tiempos pasados, del "volver" a aquel intento de escritor que dejamos atrás al publicar una de nuestras primeras obras.
También es un buen método al no saber qué escribir o no sentirnos "inspirados", como quien dice. Muy buen consejo.
Por mi parte, yo lo tomé desde hace bastantes meses, y pronto mi diario cumplirá año y medio (:
Muy interesante, es otra manera para escribir… para mí no, yo soy de las que se pone a escribir y escribe directamente… pero otro modo al fin y al cabo y me ha parecido muy original. En definitiva, una entrada más que interesante. Saludos.
Una entrada genial y una idea genial. Yo también voy a poner en práctica el "truco" del diario. Intento dar con la idea (más que con la idea, con la forma de encauzarla) de un relato, tengo una novela juvenil terminada y llevo once páginas de una novela para adultos…y ando atascada. Lo de la página en blanco no es un tópico. O empiezo a escribir y no paro, o me planto delante de la página en blanco del Word y no sé ni por dónde empezar. He llegado a este blog a través de twiter y pienso seguirlo. Saludos.
Un buen consejo, pero la verdad no me agradan mucho los diarios, los encuentro tediosos, sin embargo, una libreta dónde apuntar ideas que llegan repentinamente, sentimientos en un momento dado, eso sí que lo hago y trato de hacerlo constante. A veces se quedan ahí y cuando vuelvo a leer las líneas me llegan ideas nuevas o me sorprendo de lo que pensé en ese justo momento y sigo escribiendo. Aun así, gracias por el consejo.
Gracias a ti, Daniela, por leer este blog. ¡Saludos!
muy buen consejo yo tengo uno en el escribo sentimientos y también sirve para practicar la escritura, la lectura ayuda en un parte de ser escritor, pero la verdad es que a la hora de escribir lo mio es escribir lo que se me ocurre, sin seguir ningún parámetro de ninguna lectura que halla leído antes.
Muy bueno el consejo que voy a poner en práctica porque hasta ahora no sé como empezar a redactar un cuento por más que leí y releí muchos cuentos.
Me siento genial y muy agradecido de formar parte de esta nueva familia, espero aprender muchas cosas nuevas para empezar a redactar mis memorias o recuerdos . tomare en cuenta las recomendaciones
Gracias, Néstor, por leer y comentar. ¡Bienvenido!
Hola, acabo de dar con este blog y la escuela. He llevado un diario desde la adolescencia aunque con algunos años de intermitencia, pero siempre vuelvo a escribir porque es como una catarsis personal y aunque mi formación profesional tiene que ver con las letras y el lenguaje, soy lingüista, nunca pensé en escribir de manera más formal y disciplinada. Sin embargo, últimamente, aunque quizás desde hace mucho como deseo oculto, me gustaría intentarlo, retarme un poco y salir de mi zona de confort. Me gustó el artículo y continuaré con el de El diario como recurso para el escritor: 4 ideas para aprovecharlo a tope para tomar ideas y empezar formalmente. Muchos saludos.